18 de mayo
Soñé que había que tramitar un permiso especial para abrazarse en la calle. Y ese permiso incluía ir a recitales multitudinarios. (Aclaro que no era un sueño de pandemia: no había barbijos ni distancia, ni alcohol en gel por todos lados).
13 de mayo
Soñé que me perdía en un hotel enorme que quedaba en un pueblo con una montaña nevada justo en el centro. Siempre había que rodear o cruzar la montaña para ir de un lado a otro. Tenía que encontrarme con alguien en la puerta del hotel, pero no podía saber dónde estaba esa puerta.
12 de mayo
Soñé con una versión despreocupada de mí.
5 de mayo
Soñé que preparaba el postre de vainillas y postrecito de vainilla para un grupo de investigadores y nadie lo decía pero yo sabía que era el postre más rico que habían comido nunca.
4 de mayo
Soñé que me ganaba una beca para irme a hacer algo a algún lado y estaba súper entusiasmada. En los días previos a partir, se me iban rompiendo todas las medias con dibujitos.
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