Aprender en público.
En 2018, para descansar un poco de mirar timelines sin fondo de las redes, me puse a dibujar en el teléfono con el dedo y a hacer gifs animados. En cuanto los terminaba, los publicaba.
Un año y medio después me conseguí una tablet para dibujar más cómoda y seguir practicando. Ya llevaba hechos unos cien gifs. Ahora tengo casi doscientos, aunque hago a menor ritmo. Me llevan más tiempo en general y además, ando más ocupada.
Acá va uno de los primeros y uno de los últimos.
En el medio, y para que no quedaran ahí perdidos en las redes, se me ocurrió hacer unos fanzinitos en donde los gifs se leen con un código qr. Los hice temáticos. Todos son de la época de dibujar con el dedo en el teléfono.
Casi todos los gifs que hice los fui mostrando acá. Así, con dibujos torpes, cosas que no siempre funcionaban. Porque lo importante era mantenerme en movimiento. Es una linda experiencia aprender en público. Hacer, hacer, hacer. Recibir el aliento y la compañía y seguir.
Animarse a compartir lo que se está aprendiendo, lo que se está practicando es parte del trabajo creativo. Y también compartir lo que se va descubriendo con quien quiere aprender y practicar.
Me quedan unos poquitos gifs inéditos porque eran para un proyecto que al final no salió y para cuando salga voy a rehacerlos todos.
Esto no es una despedida de hacer gifs, solo una reflexión en el camino. Me quedan muchos gifs por hacer. Una idea trae siempre más ideas.
Y sí, los hago porque sí, por el gusto que me da pensar una idea, dibujarla, mostrarla. Creo que nunca hay que dejar de hacer cosas solo por gusto. Es un privilegio. No los hice pensando en trabajo o sacar rédito. Los fanzinitos se venden, pero más vale que no es un gran negocio.
Muchas gracias por estar ahí y alentarme a seguir aprendiendo.
(Y muchas gracias a Austin Kleon, por el concepto de aprender en público y la inspiración en general).
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