domingo, 24 de noviembre de 2019

Pensar con las manos

En medio de días muy llenos de trabajo de computadora, de escribir, de pensar, el viernes temprano fui a una escuela waldorf en donde mi amiga E. es maestra para hablar del oficio de alfarería con los nenes de tercer grado. Para mí fue un respiro y lo pasé muy bien. Los chicos, un poco ansiosos por meter las manos en la arcilla, hicieron preguntas piolas. Después hicimos un cuenquito con la técnica del pellizco.
Hacía mil años que no hacía uno, y hacía unos diez días que no tocaba la arcilla -o más, porque las últimas clases estuve pintando- por ir poco al taller por eventos y cosas y por andar tan ocupada. Ya tenía esa sensación que ahora reconozco fácil, algo físico, de extrañar el material y de extrañar el hacer con las manos.
Las manos, tal vez, tengan su propio cerebro y su propio corazón, porque tienen memoria y sentimientos y esas ganas que no sé de dónde salen a veces, esa necesidad de ponerse a trabajar, de la arcilla fresca, del movimiento y la textura. 
Cada nene y nena hizo su cuenquito también. Algunos con mucha presión: en seguida empezaron los no me sale y, para mi sorpresa, los me quedó horrible. Me di el gusto de explicarles que yo hacía un montón que hacía eso y para muchos de ellos era la primera vez y les dije que la práctica era esencial para todo. Alguno, tal vez, me escuchó y se quedó más tranquilo.
Cuando lo tenían casi listo, les mostré herramientas para hacer texturas o alisarlos. La esponja fue un hit. Pero también hubo sorpresas en las cosas que se les ocurrían para rayar y decorar las paredes del cuenco. No tengo habitual contacto con grupos de chicos y siempre dsifruto y me asombro de cómo se ven personalidades o estilos en tan poquito tiempo de trabajo.
No tengo registro de cómo era yo a esa edad. Algunas sospechas, sí. Quisiera reconstruir algunas cosas para entender mejor. Miro -sí tengo fotos y/o piezas que hice a esa edad- y me asombro igual que con estos nenes: ¿cómo se te ocurrió hacer eso así? ¿Dónde estaba esa idea? ¿Hasta dónde puede llegar? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario