miércoles, 30 de marzo de 2011

Energía

En la feria -en las ferias- pasan cosas que no son necesariamente negocios. O técnicamente negocios. O no sé. Pero sí sé que pasan cosas. La feria te atrapa como un remolino, te consume y a la vez te rellena. Parece que te agota, pero lo que hace en realidad es renovarte, es sacar la pintura vieja y dejar listo para pintar de nuevo. No se nota de entrada, pero funciona como un efecto residual, se nota mejor con el tiempo.

Días con tantas cosas que parecen más días, días extra large. Evento en un stand a la mañana, almuerzo con colegas de otros países, paseo, charla de autor en una biblioteca increíble, muestra de artistas plásticas en un convento de no creer, cena a la bolognesa. No entran tantas cosas en una agenda común.

Y en el medio, imposible describir en pocas líneas tantas cosas: saludos de autores, proyectos posibles, se recomienda un libro, un lugar, una comida; se busca, se mira, se comenta, se conoce gente, gente conoce a otra gente, gente en varios idiomas y con la misma energía. Gente con talento, con búsquedas, con caminos. El motor de la feria está en marcha.

1 comentario:

  1. Que disfrutes a pleno. Y que los sentidos puedan acumular toda la información posible para procesarla con calma, durante todo el año.

    Besos

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